El Municipio de Miraflores ha decidido enrejar el Skatepark, ubicado en el malecón, además de empadronar a los deportistas e icluso cobrar entrada. Tal medida ha sido considerada por los vecinos miraflorinos como discriminatoria
El skate es uno de los deportes más libres que existe, el enrejado y el empadronamiento es lo más alejado a su esencia”, afirma Verónica Beytia, una vecina miraflorina que observa cómo su hijo practica su deporte favorito en medio de un cerco.
La decisión de la Municipalidad de Miraflores de enrejar el Skatepark, ubicado en el malecón del distrito, y de empadronar a los jóvenes que tienen esa afición está causando polémica tanto dentro como afuera del distrito.
De acuerdo al guardián del lugar Bertín Díaz, en estos días se realiza un empadronamiento de los jóvenes miraflorinos que montan skate. “La mayoría de los que vienen no son de este distrito y algunos se ponen a tomar o hacer disturbios. Con el empadronamiento habrá más orden”, indicó Díaz.
“EMPADRONAMIENTO ES DISCRIMINATORIO”
Asimismo, a la hora de responder a El Comercio sobre si se le iba a impedir el ingreso a los patinadores de otros distritos, el guardián lo negó. “A lo sumo se cobrará un precio módico de un sol a los que no sean de Miraflores”, acotó.
Pero, la mayoría de skaters considera que una medida de esta naturaleza es discriminante y ajena a su deporte. “En ningún lugar del mundo se cobra entrada por patinar. No tiene sentido el empadronamiento ya que no se puede discriminar a los de otros distritos”, señaló Freddy Sinarahua, un joven skater.
Sin embargo, el concejo distrital ha negado que los actos de enrejar y empadronar tengan intenciones discriminantes. “El enrejado se ha realizado para evitar que se produzcan robos en los alrededores del Skatepark”, señalaron fuentes de prensa de la comuna. Explicaron que el empadronamiento tiene como objeto buscar a los mejores skaters del distrito. “Es falso que se vaya a cobrar entrada a los que no viven en Miraflores”, acotaron.
SERENOS: “TODO SE HACE BAJO ÓRDENES DEL MUNICIPIO”
Pero, ese no es el primer problema que tienen los skaters con las autoridades municipales. “La guerra entre el serenazgo y nosotros está teniendo lugar en Larcomar”, afirma Sinarahua.
Efectivamente buena parte de los exteriores del centro comercial parecen una zona de guerra. El Comercio pudo observar ayer cómo por lo menos cincuenta metros del recinto se encontraban cubiertos de pequeñas piedras. Según los skaters, que el piso se encuentre en esas condiciones tiene un claro objetivo: impedir que patinen.
“Los serenos dicen que los vecinos se quejan y por eso tiran estas piedras. Nosotros a veces limpiamos con escoba y recogedor, pero luego los serenos vuelven a tirarlas”, relatan Marco Magallanes y Chris Avila, dos jóvenes miraflorinos que quieren ser tan famosos como el conocido skater estadounidense Tony Hawk.
Una versión que fue confirmada por uno de los serenos del lugar, quien sin ningún desparpajo dijo: “Los vecinos prefieren que hayan piedras a que ustedes practiquen skate”. Luego ante la pregunta de El Comercio sobre si no consideraban que esta era una medida radical y que hasta malograba el ornato, el sereno, que no se identificó, señaló que todo sucedía bajo órdenes de la municipalidad.
MUNICIPIO: “LOS SERENOS ACTUARON SOLOS”
Este Diario se comunicó con el concejo para tener su versión. Inicialmente señalaron que era falso que Larcomar estuviera lleno de piedras y luego, ante las pruebas presentadas por El Comercio, dijeron que la comuna no tenía nada que ver y que no está prohibido montar skate en Larcomar.
“Lo que pasó antes fue que un sereno que actúo por su cuenta lanzó las piedras porque pensaba que de esta manera solucionaba el problema”, indicó Juan Dulanto Arias, gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna.
Otro hecho que ha enfrentado a la municipalidad con vecinos por el uso de espacios públicos tuvo lugar el domingo cuando un grupo de músicos fue impedido de realizar una actividad en el parque María Reiche. De acuerdo a la comuna, dicho grupo no tiene los permisos necesarios y los vecinos se quejan porque consideran que hacen bulla; sin embargo, los músicos afirman que sí tienen autorizaciones.
Fuente: http://elcomercio.pe/
Derrotero Cultural de Miraflores 
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